El malestar político y la crisis económica sacuden a Pakistán

(Para Jorge Armento)
17/03/23

En los últimos días, Pakistán se ha visto sacudido por violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los partidarios del expresidente Imran Khan. Los disturbios comenzaron el martes luego de una orden de arresto emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Punjab contra Khan. Se espera que el expresidente comparezca ante la Corte como imputado en un juicio por corrupción por hechos que se remontan al período de su presidencia.

En la noche del martes al miércoles, las autoridades de Punjab ordenaron la Rangers, la policía regional, para llevar a cabo la detención. Al enterarse de la noticia, los seguidores de Kahn, en su mayoría pertenecientes a su partido, Movimiento de Justicia de Pakistán (PTI), se han movilizado para evitar su captura, alegando que sería una conspiración para excluir a Khan de las próximas elecciones.

El clímax de la tensión se alcanzó la tarde del 15 de marzo, a las 19 hora italiana, cuando el atentado del guardabosque irrumpir en la villa de Zaman Park para arrestar al ex presidente fue frustrado por la multitud que se había formado para proteger la villa. Se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y policías, con un saldo de 29 heridos entre policías y manifestantes.

El propio Khan, que escapó del arresto, echó leña al fuego en un mensaje de video publicado por la noche al defender la teoría de la conspiración y denunciar la intención del gobierno actual y las instituciones paquistaníes de evitar que se presente nuevamente a la presidencia. Khan instó a sus electores a continuar protestando por lo que él llama una tiranía, incluso si lo arrestan o incluso lo matan.

Una vez divulgado el mensaje de vídeo, los enfrentamientos se extendieron a la capital Islamabad ya los núcleos urbanos más poblados. Para contener los disturbios y limitar la coordinación de las protestas, las autoridades han bloqueado el acceso a internet en varias zonas del país. Después de casi 24 horas de enfrentamientos y repetidos intentos de romper las defensas de los manifestantes, el Tribunal Superior de Lahore ordenó el miércoles por la noche a la policía que detuviera la operación.

Dado el amplio apoyo popular del que goza el presidente, especialmente en las zonas más pobladas del país, el episodio corre el riesgo de agudizar el clima ya de por sí tenso en el que el país se encamina hacia las elecciones presidenciales, previstas para octubre próximo. Ya en enero, las autoridades habían acusado a Khan de actuar de manera irresponsable después de que miembros de su partido, al renunciar, derribaran el gobierno de las regiones importantes de Punjab y Khyber.

El ministro de Hacienda sube el tono con el Fondo Monetario Internacional

También se producen disturbios en un momento delicado para el país desde el punto de vista económico. Pakistán, cuyas reservas de divisas se han agotado tras una larga crisis económica, está negociando con el Fondo Monetario Internacional para recibir un préstamo de 1,1 millones de dólares.

Al final de la última reunión con las autoridades paquistaníes, los representantes del FMI declararon que creían condiciones del préstamo no cumplidas, entre las que estaría la implementación de reformas del sistema tributario, la lucha contra la corrupción y la implementación de intervenciones de infraestructura en las zonas más pobres del país.

En el informe de ayer al parlamento, el ministro de Finanzas, Ishaq Dar, aclaró el tono sobre el tema, diciendo que el FMI está retrasando el desembolso del préstamo debido al programa nuclear de Pakistán. Sobre el tema, en palabras del ministro, el país no estaría dispuesto a comprometerse, en salvaguardar el interés nacional.

El papel de Pakistán en la región del Indo-Pacífico

Si la disputa territorial con la India está lejos de estar latente, la última década ha visto un aumento de las relaciones con China. Precisamente con la presidencia de Khan, Pakistán ha intensificado su asociación en el ámbito de Iniciativa de la Franja y la Ruta, ofreciendo al comercio chino una salida en el Océano Índico con el corredor China-Pakistán. Además, tras la toma del poder por los talibanes en Kabul, el país sigue estando particularmente sujeto a la penetración del extremismo islámico.

La perspectiva de una crisis política -además de la económica- socava, por tanto, la estabilidad de un país que, además de ser una potencia nuclear, es central en el delicado equilibrio de la región del Indo-Pacífico.