África en armas: todos los riesgos de un continente a punto de estallar

(Para Giampiero Venturi)
07/10/16

Como introducción, la cifra del gasto militar de Argelia es suficiente: en el 2011, el país árabe ha invertido miles de millones de euros en 6,5 para relanzar su aparato de defensa, convirtiéndose en el primero en el continente africano.

El potencial militar de Argel es impresionante. Los contratos celebrados en Alemania y Rusia son claros: con Berlín, existen acuerdos por miles de millones de euros de 10 en diez años para el suministro de vehículos, vehículos blindados y fragatas. Con Moscú, los suministros se están ampliando: estamos hablando de submarinos 2, de helicópteros 60 (para combate y transporte), tanques 500 T-90 y unos noventa entre Sukhoi 32 y Sukhoi 35. La próxima entrega de baterías antiaéreas S-400 se debe agregar a esto.

Números (proporcionados por SIPRI) solo hablar: Marruecos, se coloca en segundo lugar con 4 mil millones, también asignado en virtud de la cooperación naval con la OTAN que ha hecho nuevas inversiones necesarias para el Marine Royale (500 millones de euros a Holanda para las fragatas 3).

Sudáfrica también se destaca con su presupuesto de 3,7 billones y Angola entre 2001 y 2011 dedicado a sus fuerzas armadas 2,8 billones de euros, con un crecimiento del 2000%.

Considerando los casi mil millones de 4 gastados en Egipto, considerada la primera potencia militar africana, y Sudán, con su 2 mil millones de euros, a primera vista destaca el África árabe-mediterránea.

Las fricciones históricas entre Marruecos y Argelia y las inquietudes acerca de la estabilidad interna de los manantiales árabes, serían la fuerza motriz de una carrera de armamentos en una reactivación continua. 

En realidad, los datos geopolíticos más importantes provienen de países del África subsahariana, donde los presupuestos son considerablemente más bajos pero los riesgos de guerra son mayores. A excepción de la mencionada Sudáfrica, solo Nigeria con su 1,6 anual millar está compitiendo internacionalmente. Kenia, Etiopía y Chad le siguen con inversiones entre 700 y 500 millones anuales. Si los costos de los barcos, carros y aviones de alta tecnología pesan en los presupuestos de los países del Magreb, la cantidad de armas ligeras que circulan desde el Sahel hacia abajo es impresionante.

En la República Democrática del Congo, donde en realidad la guerra civil nunca ha terminado, a pesar del embargo de 2011, el movimiento de armas pequeñas está prácticamente fuera de control. Para alimentarlo, habría arsenales suministrados por Bélgica, el "hermano mayor" del país. Tanto las tropas regulares como los grupos rebeldes en las regiones orientales tendrían acceso directo e indirecto.

Sin moralismos hipócritas, todos saben que África es un mercado atractivo para proveedores grandes, medianos y pequeños. Alberto Sordi lo recordó en Mientras haya guerra hay esperanza.. Rusia, Estados Unidos, Francia, China, Alemania, pero también Italia, Ucrania, Israle y la República Checa hacen negocios de oro en el continente. No es una novedad sino una tendencia creciente desde los '60 años, una década de emancipación formal para la mayoría de los países africanos.

Sin embargo, sería necesaria una reflexión a la luz del cuadro geopolítico, profundamente evolucionado en los últimos veinte años. Hay tres factores a tener en cuenta que hacen que el estado de cosas actual sea nada menos que preocupante:

  1. La penetración islamista en el cinturón subsahariano, desde el Atlántico hasta el Cuerno de África, es un hecho indiscutible. Muchos países que hasta ayer eran inmunes a las tensiones políticas fomentadas por los "temas religiosos" están hoy en plena explosión. Las armas que circulan en el continente, que alguna vez fueron útiles para alimentar las guerras y las guerrillas en la lógica de la Guerra Fría, ¿dónde terminan? Al riesgo relacionado con la carrera para rearmarse, está la cuestión de la confiabilidad de los interlocutores. Ayer subestimamos la insurgencia islámica en la banda entre Senegal y Somalia, convirtiendo al Sahara en uno de los lugares menos seguros del planeta; que pasara mañana
  2. los arsenales bien surtidos de los disueltos Libia Gaddafi ha inundado África con una cantidad alarmante de sistemas de armas. Las crisis en Malí, Chad, República Centroafricana, Níger y Côte d'Ivoire están estrechamente relacionadas con esta afluencia; 
  3. Se buscan instituciones africanas estables. Medio siglo después del inicio del proceso de independencia de la mayoría de los estados africanos, aún hoy es difícil encontrar ejemplos de democracias consolidadas y sistemas orgánicos capaces de proyectar más allá de la duración ilimitada de los mandatos presidenciales.

¿Entonces el futuro es todo negro?

Los supuestos están ahí y uno se pregunta si las armas son compatibles con la estabilidad económica, institucional y social o si de alguna manera son el principal obstáculo.

Difícil de decir. África necesita de todo, excepto otra gasolina en el fuego, esto es cierto; Sin embargo, hay casos, como Namibia, donde el presupuesto de defensa ha aumentado un 70% en cinco años, sin comprometer uno de los raros ejemplos de solidez y equilibrio político en el continente.

Todavía hay un largo camino por recorrer. Lo que parece urgente es que, netos de los insumos sufridos desde el exterior, África comienza a garantizarse un verdadero camino de emancipación.

(Foto: Ejército de Nigeria- Armée de terre du Tchad)