Rusia-Ucrania y analistas de bricolaje

22/03/22

El conflicto en curso entre Rusia y Ucrania suena como una llamada de atención para aquellos que creían, en Italia y Europa Occidental, que las guerras se delegaban solo en sectores inteligencia y como máximo "operaciones especiales". Volvemos a hablar de doctrina militar, operaciones terrestres y armamento, este último súbitamente descuidado en favor de los componentes naval y aéreo. Se recordó que para hacer la guerra sobre el terreno no se necesitan las fuerzas policiales y no bastan los vehículos blindados y la infantería ligera (la infantería mecanizada incluso ha desaparecido como especialidad en el ordenamiento jurídico italiano) sino los tanques y la artillería. Se necesita, sobre todo, una capacidad militar que no pueda recuperarse rápidamente, ya que no puede reducirse a la mera adquisición de armas y medios, sino que está compuesta por Experiencia específico.

En resumen, se trata de recuperar una capacidad de uso que es sobre todo el resultado de una mentalidad generada por la elaboración doctrinal, la formación y la experiencia.

Finalmente, aunque torpemente, se comprendió que se necesitaba una política militar duradera y coherente y las correspondientes inversiones económicas. Esta toma de conciencia, apoyada en la observación conjunta de los hechos bélicos que se suceden, ha tenido también, entre varias consecuencias, el florecimiento del debate entre expertos no sólo en geopolítica sino también en estrategia y táctica militar; lo que debe considerarse positivo ya que estos sectores se consideran marginales y de nicho en el contexto de la información pública italiana.

La ampliación del debate, estimulada por la de la audiencia de oyentes, sin embargo, ha generado, como es costumbre nacional, un aumento nocivo de "expertos", muchas veces reciclados de otros campos de estudio. Los politólogos e historiadores en particular, al carecer de las habilidades técnicas militares necesarias, salvo algún lugar común de conocimiento general, se miden en el campo del análisis militar. La mayoría se lanza incluso a previsiones tácticas y estratégicas, de las que las coyunturales se desmienten mayoritariamente de inmediato, como la del presunto farol El comentario de Putin sobre un ataque real contra Ucrania, tergiversando así la naturaleza misma del análisis. En el campo militar, esto es ante todo un examen de la situación, un conjunto complejo de factores interrelacionados. Es el resultado de conocimientos no solo históricos y políticos sino también ambientales, humanos, psicológicos, doctrinas operacionales, armamentos, etc.

No eres bueno en el análisis militar enadivinar o sbagliare qué va a pasar sino en entender qué está pasando y por qué, como primer paso para identificar las posibles acciones que van a pasar.

Es necesario tener claro, a pesar de lo que comúnmente se piensa, que no es posible predecir el futuro, porque éste es el resultado de elecciones que los jugadores en el campo implementan según la complejidad de los factores involucrados pero también de elecciones que son a veces no racionales y de errores. El análisis debe, por otro lado, permitir identificar, de acuerdo con las diferentes posibilidades de acciones identificadas, los diversos y posibles movimientos que pueden implementarse y que en el campo militar permiten poder planificar operativamente. Este es un concepto con el que cualquier soldado, que tenga un mínimo de estudios de servicio militar, está familiarizado.

Desgraciadamente, por un lado, la escasez de analistas civiles especializados y, por otro, de personal militar dedicado al sector de la divulgación dejan el campo a "expertos" improvisados ​​que se lanzan a las praderas libres de un sector que de repente ha encontrado un amplio público interesar. Desafortunadamente, es un fenómeno ya ampliamente observado en el campo de los estudios históricos militares, un sector en metodología muy similar al de los análisis en cuestión, reemplazando el estudio del presente por el del pasado.

También aquí la negatividad del fenómeno deriva del hecho de que pocos historiadores militares están científicamente equipados para abordar investigaciones capaces de ir más allá del ámbito estrictamente técnico y muchos historiadores civiles que se autodenominan militares sin tener la formación técnica necesaria. Entre estos últimos, muchos, en bruto de ordenamientos jurídicos, doctrina, proceso de toma de decisiones y planificación del período estudiado, creen que la simple consulta de algún documento es suficiente para tener el cuadro de las elecciones y decisiones tomadas por los mandos, lanzándose en juicios y conclusiones incorrectas.

En el campo histórico el aspecto consecuente más deletéreo no es, como en el análisis de los contextos bélicos contemporáneos, el deseo de prever el futuro, sino la búsqueda, entre documentos y archivos, cuchara, intercambiando historia con periodismo, midiendo la habilidad en encontrar la novela y no en la agudeza del análisis interpretativo, o en relacionar originalmente los diversos factores aunque ya todos sean conocidos y tratados.

emilio tirone

Foto: Ministerio de Defensa de Ucrania