Mario Calderara (1879 – 1944) fue un inventor y aviador, el primer italiano en obtener la licencia de vuelo en 1909, y construir el primer hidroavión en 1911.
El primero de los tres hijos del General Marco Calderara y Eleonora Tantini, desde niño se sintió atraído por la vida marinera.
En 1898 fue admitido en la Academia Naval de Livorno.
Ya desde su primer embarque como cadete en el buque escuela "Flavio Gioia", Mario se sintió atraído por el vuelo de las gaviotas y comenzó a estudiar sus evoluciones. En particular, le llamaron la atención los cortos tramos de flotar contra el viento que hacían.
Nombrado alférez en 1902, como primer destino se embarcó en el acorazado "Cerdeña".
Mientras tanto, el 17 de diciembre de 1903 en Estados Unidos, los estudios y experiencias de los hermanos Wright llegaron a buen término, lo que los llevó a realizar el primer vuelo oficial a motor de la historia con un vehículo más pesado que el aire. Comenzó una copiosa correspondencia con los hermanos Wright, iniciando una amistad de por vida.
En 1905 pudo lanzar cometas primero desde una balsa, luego desde un bote a motor, remolcado contra el viento. Fueron los primeros de una larga serie de experimentos que realizó con diferentes tipos de "hidroplaneadores" que diseñó y construyó.
En 1907 el almirante Mirabello (1847-1910) concedió la autorización y en febrero de 1907 construyó en La Spezia un primer modelo de biplano que en líneas generales imitaba (sin motor) el aparato de los hermanos Wright.
Durante los experimentos con el biplano remolcado por el "Lancer", primero alcanzó una altura de más de quince metros, pero luego cayó al mar, el hidroplaneador quedó destruido y Calderara sufrió contusiones y heridas de cierta gravedad. En 1909 el Aero Club de Italia y el mayor Maurizio Mario Moris (1860-1944) invitaron a Roma a Wilbur Wright, quien le dio a Calderara algunas lecciones de vuelo con su avión.
Tras los éxitos de Calderara en el circuito de Brescia, organizado por el Aero Club de Italia, fue galardonado con el licencia de piloto nm. 1. En el mismo año realizó dos vuelos notables para la época: uno de 35 y otro de 40 minutos.
En enero de 1910 el Ministerio autorizó la creación de una escuela de aviación para soldados y civiles en Centocelle y encomendó su dirección al teniente de navío Mario Calderara. El 10 de junio de 1911, la Armada aprobó y autorizó la construcción del prototipo de hidroavión Calderara en el Arsenal de La Spezia.
Calderara debe considerarse el primer proyecto de hidroavión italiano digno de ese nombre. Era un monoplano de ala alta arriostrada. El fuselaje de celosía metálica estaba equipado con dos cabinas cerradas. El punto de apoyo en el agua constaba de un flotador central y cuatro flotadores auxiliares.
El motor, un radial rotativo Gnome de 100 HP, instalado en la parte trasera de la cabina, impulsaba una hélice de empuje de dos palas. El más grande del mundo en ese momento, que despegó en la primavera de 1912 en el Golfo de La Spezia, transportando a tres pasajeros además del piloto.
La Primera Guerra Mundial se avecinaba y la Armada obligó a Calderara a interrumpir sus actividades aeronáuticas y volver a sus funciones de servicio naval. Durante la guerra, Calderara estuvo embarcado en varios buques de guerra, el último destino al mando de un barco torpedero en el Adriático.
A finales de 1917, el Ministerio le asignó la dirección de una nueva escuela de pilotos de hidroaviones a orillas del lago de Bolsena. Los alumnos pilotos eran oficiales de la Armada americana (América acababa de entrar en la guerra) y la escuela desarrolló sus actividades a lo largo de 1918 y hasta el mes de julio de 1919. La formación de Calderara de pilotos americanos fue juzgada muy digna por la Marina de los Estados Unidos. , y le concedió la "Cruz de la Armada Americana". En 1923, Calderara fue nombrado agregado militar en la Embajada de Italia en Washington.
Tras el establecimiento de la Regia Aeronautica fue transferido al nuevo ejército con el grado de teniente coronel. Permaneció en la capital de Estados Unidos hasta 1925. En 1926, cuando decidió dejar el servicio activo, Calderara solicitó y obtuvo el reintegro a su cargo como oficial de Estado Mayor de la Regia Marina.
entonces acepto la oferta Compañía pionera de instrumentos de Nueva York. Empresa que producía instrumentos y tableros para aviones; llegando a ser además de accionista, director de la sucursal europea con sede en París donde se instaló con su familia.
El 21 de julio de 1940, con casi 62 años, Calderara fue llamado al servicio con el grado de capitán de fragata y destinado a comandar la plaza de Fiume; ocupó este mando durante aproximadamente un año y luego, en 1941, se jubiló.
Calderara murió repentinamente en Roma de un infarto el 16 de marzo de 1944, mientras la batalla de Cassino estaba en pleno apogeo. Sólo la escueta noticia de su muerte apareció en los diarios de la época. En condiciones normales, su memoria, pionera de la hidroaviación y primer piloto italiano, habría recibido sin duda los honores que se merecía con creces.
Su esposa, la condesa Emmy Gamba Ghiselli, lo sobrevivió durante 38 años, contribuyendo sustancialmente a la recopilación de datos y documentos, que constituyen el legado histórico de su esposo.
Bibliografía
F. Evangelisti – Gente del aire vol 5 – Editorial Olimpia 1994
Foto: calderara.com/poste
