Irán fortalece su red de bases militares subterráneas

(Para Andrea gaspardo)
31/03/23

Mientras el mundo hierve a fuego lento en las tensiones causadas por las largas olas de la Guerra Ruso-Ucraniana, la República Islámica de Irán también está trabajando arduamente para mejorar su capacidad militar. Destaca especialmente el anuncio, fechado el 7 de febrero de 2023, con el que los iraníes dieron a conocer al mundo la inauguración de una nueva base subterránea denominada Ogab 44 (traducible como "Aquila 44").

Que se trató de un acontecimiento nada secundario lo demuestra el hecho de que los miembros más importantes del aparato militar del país estuvieran presentes en el acto y que esta visita tuviera una amplia cobertura en los medios persas. De hecho, cabe destacar que, entre los presentes, se encontraba también el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán, Mayor General ("Sardar") Mohammad-Hossein Bagheri, de Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (Pasdaran) y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Regulares (“Artesh”), Mayor General (“Amir”) Sayyed Abdolrahim Mousavi, en cambio provenientes de las Fuerzas Terrestres de Artesh (NEZAJA).

Para aquellos que no estén acostumbrados a los complejos bizantinos persas, hay que recordar que las Fuerzas Armadas en Irán están formadas por tres componentes distintos y a la vez complementarios: las Fuerzas Armadas Regulares (Artesh), el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (Pasdaran ) y la Fuerza Disciplinaria (Policía). Estos componentes, cada uno autónomo y dotado de su propia jerarquía separada, están coordinados por un solo estado mayor que obedece a las directivas del Líder supremo de la República Islámica de Irán, Ayatolá Seyyed Ali Hossein Khamenei, quien delega las funciones ordinarias de dirección en el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, quien en la práctica es un general de la Pasdaran.

El primer oficial en ocupar este cargo fue, entre 1989 y 2016, el general de división Sayyid Hassan Aghaee Firouzabadi, a quien sucedió el actual Mohammad-Hossein Bagheri.

Durante la ceremonia, los altos mandos iraníes inspeccionaron, siempre bajo la atenta mirada de las cámaras, las infraestructuras de la base como los hangares de aeronaves, el centro de reparaciones y mantenimiento técnico, los depósitos de combustible y municiones, el puesto de mando, etc. ..

En las imágenes publicadas por los medios estatales persas se pueden reconocer, entre otros, los jets F-4. Phantom II del Ejército del Aire y drones kamikaze Arash-2 (estos últimos, se rumorea, incluso son codiciados por Rusia) que deberían estar bajo el control de los Pasdaran.

Es interesante notar que los F-4 encuadrados por las cámaras (el autor de este artículo ha identificado al menos 5) se han actualizado de acuerdo con el programa "Dowran" que tiene como objetivo hacer que la Fantasma iraníes competitivos hasta 2040. El hecho de que son aviones actualizados se puede ver en el armamento enganchado a los pilones externos (entre otras bombas deslizantes Yasir y misiles antibuque Nasr-1) y el hecho de que todos están decorados con el logo de IACI (Iran Aircraft Industries) cerca de las tomas de aire (IACI es el encargado de realizar la actualización del Fantasma y decora la aeronave con su logo al final de la obra).

La base tiene un alto grado de sofisticación y capacidad de supervivencia y, según analistas israelíes, está ubicada a 120 kilómetros al noroeste de la ciudad portuaria de Bandar Abbas.

En efecto Ogab 44 no es la primera base subterránea que los iraníes revelan al mundo ya que anteriormente ya habían revelado otra llamada Badr 313 especialmente el uso de drones.

El hecho de que durante al menos 9 años Irán haya estado invirtiendo masivamente (con la probable contribución técnica de Corea del Norte) en la construcción de estas grandes bases subterráneas indica que el país de los ayatolás ha implementado plenamente los dictados táctico-estratégicos basados ​​en los cuales , si llegara el día en que estallara un conflicto a gran escala en el Medio Oriente, el país dependería en gran medida, si no del todo, de sus capacidades militares asimétricas para resistir la peor parte de enemigos mucho más avanzados tecnológicamente.